En el verano de 2017, un thriller independiente con un par de hermanas atrapadas en una jaula de tiburones a 47 metros por debajo de la superficie del océano se lanzó en silencio a los cines.
Al igual que los depredadores silenciosos que aparecen allí, ese thriller de tiburones dio un gran mordisco a la taquilla y sorprendió a todos. 47 Meters Down se convirtió en uno de los mayores éxitos del año, y su secuela está lista para atacar la taquilla nuevamente.
Sin embargo, esa vez, el camino desde la producción hasta el lanzamiento fue largo y sinuoso. Si no fuera por un rescate de última hora, la recepción de esta película habría sido dramáticamente diferente.
Dirigido y coescrito por Johannes Roberts (The Strangers: Prey at Night), 47 Meters Down tuvo un pequeño presupuesto de 5 millones de dólares. Luego de varias peripecias, como las que se les presentan a las protagonistas, recaudó 62 millones globalmente y se mostró en más de 3500 pantallas.
Aquel pequeño gran film fue rodado principalmente en un tanque de agua de Basildon, en el Reino Unido. Los exteriores y las hermosas aguas cristalinas se filmaron en la República Dominicana. El pequeño elenco giraba en torno a Mandy Moore, justo antes de que le llegue su turno en la serie ganadora del Emmy This Is Us que la catapultaría de nuevo al centro de atención, y Claire Holt de The Vampire Diaries como las desafortunadas hermanas Lisa y Kate. Matthew Modine (Stranger Things, Full Metal Jacket) con menor aparición, era el capitán del barco de buceo.
En la etapa de guion, Dimension Films de Bob Weinstein recogió los derechos de distribución de la película en Estados Unidos. Pero su acuerdo nunca incluyó ningún detalle o requisito para el estreno en salas de ese país. Por lo tanto, el 2 de agosto de 2016 se fijó para su lanzamiento allí, pero una serie de películas de bajo rendimiento y una venta fallida de TV para Dimension redundaron en poco dinero para apoyar el estreno en USA. Incluso cuando un test screening positivo indicó que la película podría funcionar bien en los cines. En un movimiento aún más curioso, Dimension Films retituló la película In the Deep, un título que alguna vez perteneció a The Shallows de 2016. A medida que se acercaba la fecha de lanzamiento, se enviaron copias de revisión en DVD con este título.
Todo esto cambió cuando un nuevo distribuidor entró en escena, uno que creía en las capacidades de lanzamiento en salas del producto. Entertainment Studios inició semanas de discusiones y negociaciones con Dimension, y finalmente cerró un acuerdo el mismo día en que In the Deep llegó a los estantes. Los DVD se retiraron de los estantes, se canceló el lanzamiento y el título volvió a 47 Meters Down. Entertainment Studios se comprometió con un lanzamiento en cines, lo que significaba esperar hasta junio de 2017.
Fue un retraso que valió la pena ¡a lo grande! Para cuando se estrenó la película, Mandy Moore había levantado sus acciones gracias a This Is Us y The Shallows demostró que los tiburones podrían ser un gran atractivo en los cines.
La película se abrió a $ 12 millones el fin de semana del 16 de junio de 2017. No fue enorme, pero no estaba nada mal para un film de bajo presupuesto. Pero luego, a la semana siguiente pasó algo sorprendente y subió de rango. Y 47 Meters Down acumuló $ 42 millones en bruto interno, que sumado a su recorrido mundial, fueron 62 millones.
Se convirtió en un éxito definitivo y una de las películas independientes más taquilleras del año.
La historia de dos mujeres que luchan por la supervivencia contra los tiburones y la narcosis a una profundidad de 47 metros tomó un concepto simple y lo convirtió en alrededor de 90 minutos de emociones y escalofríos, incluido uno de los mayores sustos de salto de los últimos años.
Sería apropiado decir que la trayectoria detrás de escena de convertir a este pequeño indie en un éxito está igual de llena de aventuras que la misma película.
Ahora, Johannes Roberts ha regresado para desatar la secuela, presentando un escenario aún más aterrador en el que cuatro mujeres entran sin darse cuenta en el territorio de tiburones mortales cuando ingresan en un laberinto claustrofóbico de cuevas sumergidas.